jueves, 10 de enero de 2008

Muerte del no nacido




Dicen que todo acaba muriendo.


Pero... ¿y si nunca llegó a vivir?

¿cómo muere todo aquello que nunca llegó a nacer?



/¿Puede olvidarse todo aquello que nunca fue recordado?/




Como las aves que vuelven a sus respectivos hogares tras el duro y gélido invierno vuelve tu recuerdo a mí día tras día. Es todo tan extraño... A veces la vida nos hace andar por caminos equivocados, de esos que al principio se presentan como la solución a todo aquel dolor que un día sufrimos o a al miedo a la soledad que tanto nos ha acompañado, pero que al final resulta que no son más que espejismos de ilusión y de falsas esperanzas. Uno de esos fue el camino que me llevó hacia ti. Iba a ser diferente, y en realidad lo fue, pues no me condujo al dolor y la desesperación como me habían conducido caminos tomados anteriormente, pero aun así no fue la solución que tanto esperaba, ni de lejos la que tú esperabas.

Siendo honestos resultó bastante indiferente, tanto para ti como para mí, por eso el día en el que decidimos que cada uno tomaría caminos distintos no iba a ser nada más que eso: un día como cualquier otro en el que, deseándonos toda la suerte y lo mejor del mundo, nos despediríamos, pese a todo, con una sonrisa en la cara y cada uno por su camino, sin grandes daños ni grandes males.


Y no lo entiendo. Si todo resultó ser tan indiferente, ¿porqué aún te tengo en mente? ¿porqué no consigo dejar de pensar en ti, aunque sea tan sólo un momento? sé que debo olvidar, pero no sé el qué exactamente. Tengo buenos recuerdos tuyos, pero no grandes recuerdos; yo te quería, pero no te amaba. Aun así sigues ahí, cada día en mi mente. Dicen que es cariño especial porque tú eres una persona especial, de hecho la mejor con la que he compartido camino. Eres muy grande, mucho más que lo que te imaginas, muchísimo más que yo y que cualquiera que se te pueda poner por medio, ojalá en el mundo hubiera más personas como tú. Aunque dudo que haya alguien que te iguale. Y francamente, espero que la persona con la que decidas compartir el resto de tu vida sea consciente de ello y te ame más que a nadie y te de todo lo tantísimo que te mereces y no lo que hice yo.

Pero sigo sin entenderlo. Lo nuestro se acabó pero... ¿llegó a empezar alguna vez? Debería olvidarte pero... ¿qué recuerdo exactamente?

Tal vez sea eso, pese a no haber vivido grandísimos momentos y no habernos amado, el gran entendimiento que siempre ha habido entre nosotros y lo grande que eres como persona hace que aún te tenga en mi mente, e incluso a veces pienso que tal vez algún día todo cambie y podamos retomar el camino, pero esta vez bien y no como empezamos. Todo esto desde la más absurda utopía, claro está.


Porque, de una manera u otra, y aunque menos intensamente que otra persona lo haría, yo te quiero. Y me duele tanto no haber podido merecerte....



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