jueves, 20 de noviembre de 2008
Podrías sonreir, no? (May 2007)
"Podrías sonreir, no?" No sé porqué sabría que volvería. Y volvió. Volvió después de una etapa dura en la que ya nada nunca volverá a ser como antes.
No sonreí. No creía que hubiese necesidad de hacerlo y de hecho, tampoco tenía ganas de hacerlo. Para qué? Ya había sonreído demasiadas veces a causa de sueños utópicos, pensamientos y sentimientos absurdos que no me iban a llevar a ninguna parte, no más que al desencadenamiento del sufrimiento y la desesperación a causa del sentimiento y de la vista evidente de haber vuelto a fracasar. Así que ya eso de sonreir dejaría de tener sentido, siendo el objetivo de un polvo no más que eso, un polvo. En el que te calientas y excitas y en ese momento no existe más que ese cielo interior de rabia y excitación total hasta que llega el momento de gloria y una vez ahí todo se acaba. Reparto de besos complacientes que tanto me gustan y que nadie a parte de él me ha sabido dar, el quedarse descansados abrazados en la cama mientras callados recordamos la sensación vivida... Pero sin sonreir. Pues, por mucho que haya sido el polvo de nuestras vidas (en caso de haberlo sido) y de que la sensación de después sea de felicidad absoluta, la realidad es muy diferente y no conviene sonreir por cosas que al fin y al cabo son parte de tu imaginación.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Maite zaitut
Quiero ser tu piel en el invierno
para que el frío en ti no pueda entrar.
Quiero ser la luz en tu camino,
sol en la noche,
agua dulce en el mar.
Ser la puerta que nunca deje pasar
al largo silencio y a la soledad.
Ser distintos cuerpos con el mismo fin,
ser, cariño mío, ser yo en ti.
Y si he de romper cadenas
que me aten a la costumbre
yo las partiré.
Y si he de mover montañas
que en mi mente no me dejen verte,
mi amor, las moveré.
Pongo por testigo a Dios
que no te fallaré,
yo seré consejo, nena,
pero no tu juez.
El tiempo me enseñó
que el alimento del amor,
es la confianza, el respeto, y un colchón.
Nunca fui de muchas palabras, ni de dejar grandes cumplidos, ni creo en los cuentos de hadas en los que todo es absolutamente bonito y feliz. A pesar de todo eso, te quiero tantísimo... Todas las palabras del mundo habidas y por haber se quedarían cortas para definir cuán feliz estoy a tu lado...
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